- La invisibilidad. Pese a que en el mundo existen alrededor de 250 millones de mujeres con discapacidad, ha sido uno de los colectivos más invisibles. Aún sigue habiendo muchos obstáculos para su integración.
- El desconocimiento que posee la sociedad sobre discapacidad, incide, de manera negativa, en las relaciones sociales y dificulta su integración.
- Los estereotipos y prejuicios sociales que presentan. Las personas tienen una imagen estigmatizada de la sociedad.
- Las dificultades para tener una vida independiente debido al miedo, al sobreproteccionismo, actitudes derivadas de modelos tradicionales de género.
- La falta de recursos y adaptaciones técnicas para poder tener una vida más autónoma.
- los obstáculos para acceder y conservar un trabajo que les permita tener una independencia económica. El entorno no les anima, no les facilita la inserción laboral ya que no creen que lo necesiten o que vayan a ser capaces de tener un buen rendimiento laboral.
- Las dudas sobre la posibilidad de mantener una relación de pareja y de la capacidad para ser madres.
- Los problemas de adaptación del entornos (barreras de comunicación, arquitectónicas, sociales y psicológicas que dificultan su integración social y laboral.
El hecho de ser mujeres y ser discapacitadas, dos de los colectivos que sufren exclusión, les repercute más en su integración. Si además de esto añadimos a mujer jóvenes con discapacidad, lo tendrán muy complicado. Lo cierto es que cada vez hay más ayudas para este colectivo pero aún sigue siendo insuficiente. Abramos nuestra mente y luchemos por un mundo más justo.
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